if, when, why, what, how much have you got?

jueves, 16 de abril de 2009

La vida de los otros


Cuando se vive en un edificio con vista por un lado a los balcones de otro edificio, y por otro lado a los patios de casas de toda una cuadra, es difícil no toparse visualmente con gente, que aunque uno no conoce, por pura observación diaria uno ya sabe de uno u otro modo quienes son.

En mi cuadra ya conozco al caballero que le gusta regar tipo 2 de la mañana, a un vecino gay que ama el karaoke y que no sé si estaba en un concurso o qué, pero ensayó la misma canción como dos semanas. Veo directo dentro de la pieza de una casa que al parecer arrienda para estudiantes por que ya han pasado tres distintos, y siempre se mueve gente nueva.

Aunque no se podría decir que estas personas han afectado mi vida profundamente, la sola observación de ellas y sus conductas me han hecho cuestionarme cosas de mi propia vida.

Creo que con el que más me pasa es con un tipo joven que vive en la casa del frente. Yo estoy en el sexto piso y él tiene una terraza sobre el techo del segundo piso de su casa. Yo primero conocí a su terraza, porque pensaba qué rico sería tener una en el techo tal como esa, y si fuera mía la tendría mucho mas linda y llena de plantas y flores. Es de madera, tiene una especie de parrón sin nada colgando de él, y tiene una ducha, lo que encuentro es demasiado cool. La cosa es que la primera vez que apareció esta persona (hombre, joven de unos 30 años, calvo, con ropa holgada y cómoda) algo me hizo click. Llevaba tanto tiempo pensando en qué es lo que yo haría con esa terraza y como sería mi vida en ella, que cuando apareció él me comencé a preguntar cómo él encajaba en su terraza. Por qué no habían mas flores? Cuál será su profesión? Tal vez no tiene tiempo para estar amononando la terraza, pero por otro lado, se veía bastante relajado y aparecía a horas que la mayoría de la gente debía estar en la oficina.

Lo he visto en su patio del primer piso sacándole fotos a sus arboles, separando a dos gatos que peleaban, entrando con dos amigos unas estructuras raras de madera, salir en bicicleta, y todavía no me decido a si es instructor de yoga o artista. En el verano instaló un horno solar en la terraza de arriba y deja la comida ahí por horas, al parecer se cocina bien porque tiene que usar todo tipo de paños y guantes de cocina para poder sacar lo que esta adentro, que parece muy caliente.

Las veces que yo he estado en el balcon de mi departamento y él aparece lo miro de reojo, a ver si me ve, pero nunca me ha visto. Pienso que si alguna vez me ve lo voy a saludar, por muy raro que a él le parezca.

Quiero dejar en claro que no me atrae físicamente hablando, no es que esté espiando a un tipo que encuentro guapo y me gustaría conocer. En ningún caso. Es solo que me llama la atención su terraza, y su vida, tan pausada, en bicicleta y cocinando en un horno solar que se demora como 5 horas. Y yo que cada vez que me subo al auto me estreso, y aunque me encanta cocinar, si no hay tiempo no le hago el asco a una lasaña congelada para microondas.

Por qué enganché con su vida?



2 comentarios:

sinseso dijo...

es atractivo mirar a otros, por eso leo blogs

Gatoperromiau dijo...

Que buen relato, cada vez que leia me imaginaba ese lugar, sus mudos movimientos, el sacar las ollas en ese horno solar, y como separaba a los gaticos, me parecio extraordinario.